1. Empiece por determinar su destino.
Todo viaje empieza por determinar adónde se va. Sin dirección, todos vagamos sin rumbo por la vida, buscando sentido y propósito. Hace miles de años, un profeta llamado Isaías escribió: " Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros." (Isaías 53:6). Hay cosas que nunca cambian.
"Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios" (Romanos 3:23). Todos por nuestra propia cuenta nos alejamos de Dios. Por eso vino Jesucristo: para tomar nuestro pecado y darnos Su salvación. Solo Él puede regresarnos al camino para el que fuimos creados y llevarnos a Dios. Jesús dijo: "Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí" (Juan 14:6).
Jesucristo murió por nuestros pecados, resucitó de entre los muertos para ofrecernos la vida eterna y ahora está dispuesto a perdonar nuestros pecados. No obstante, cada uno de nosotros tiene que elegir por sí mismo si seguiremos nuestro camino o el Suyo. Cuando Jesús estuvo en la tierra, dijo: "Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan." (Mateo 7:13-14).
Sólo hay dos destinos: la eternidad en el Cielo con Dios o separados de Dios para siempre en el Infierno. No todos los caminos pueden llevar al mismo lugar. Nuestro camino nos aleja de Dios; el camino de Cristo nos lleva a Dios. Si continúas por el camino en el que estás ahora, ¿dónde pasarás la eternidad? Es imperativo determinar tu destino.
2. Descubre la compañía de Cristo.
Un viaje siempre es mejor con un compañero. Alguien con quien compartimos tanto las alegrías como las pruebas del viaje. Para eso vino Jesucristo a esta tierra. Recorrió este mismo camino durante treinta y tres años. El Hijo de Dios no es una persona lejana que "no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado." (Hebreos 4:15). ¡Él sabe dónde estás y a qué te estás enfrentando!
Más aún, Él quiere acompañarte en este viaje ahora mismo. Esta relación personal comienza en el momento en que depositas tu fe en Él y lo invocas como tu Salvador. "Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo." (Romanos 10:9).
Cuando una persona llega a conocer a Cristo se aseguran dos cosas: que vivirá con Cristo para siempre en el cielo ¡y que Cristo viene a vivir desde ahora en su corazón! En uno de los salmos más famosos, el Salmo 23, David lo explica así: "Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa de Jehová moraré por largos días."
Seguir a Cristo es dejar que Él te acompañe en el camino, ¡nunca estarás solo! En algunas de Sus últimas palabras a los primeros discípulos, dijo: "...Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén." (Mateo 28:20). Habrá dificultades en el camino, pero Él nos guardará y nos guiará a cada paso.
3. Sepa qué hacer en las intersecciones importantes.
Las intersecciones son puntos de inflexión. En cada uno de ellos hay que tomar una decisión. La vida está llena de decisiones, pero las más importantes son las que afectan a la eternidad. Hoy te encuentras en una de esos cruceros. Elegirás seguir a Cristo o continuar en tu propio camino. Recuerda que una vuelta equivocada no te llevará al lugar correcto. El camino correcto es arrepentirse y creer en Cristo (Hechos 20:21).
Hay dos caminos y todos necesitamos decidir cuál tomaremos. Jesús dijo: "El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios" (Juan 3:18). ¿Creerás en Cristo hoy?
¡Invócale ahora! "Querido Dios, ten misericordia de mí, pecador. Sé que moriste por mí y creo que resucitaste de entre los muertos. Por favor, perdona mis pecados y entra a mi vida. Ahora confío en ti como mi único Salvador personal. Gracias por darme el don gratuito de la vida eterna. En el nombre de Jesús, Amén".
Este es el comienzo de tu viaje con Jesús. Él promete a los que le pertenecen: " No te desampararé, ni te dejaré;" El Espíritu Santo viene a vivir en cada creyente y Él te guiará mientras sigues a Jesús cada día.
4. ¡El camino de Dios siempre es el correcto!
"Hay camino que parece derecho al hombre, Pero su fin es camino de muerte.” - Proverbios 16:25
"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna." - Juan 3:16
Si usted ha elegido seguir el camino de salvación de Dios hoy, poniendo su fe sólo en Él para la salvación de su pecado, nos encantaría saber de usted. Escríbanos a radio@enjoyingthejourney.org y permítanos enviarle ayuda adicional para su nueva vida en Cristo. Que Dios te bendiga mientras vives el resto de tu vida para el Señor Jesús.
Obedece la Palabra de Dios y encuentra una iglesia local que te anime mientras creces en tu fe. ¡Toma el siguiente paso de obediencia (Bautismo)! Nos encantaría saber de ti y ayudarte mientras comienzas a caminar con Cristo.
Usted puede comenzar su viaje con Cristo estudiando la Palabra de Dios cada día. ¡Echa un vistazo a los recursos a continuación para ayudarle en su nuevo viaje!
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